La mítica banda Británica ha ganado un litigio sobre derechos de autor y la venta de su música en Internet a su casa disquera desde 1967 EMI.

Andrew Morritt juez de la alta corte londinense aceptó las ponencias de la banda, al alegar que EMI estaba obligado por contrato a vender los discos en la configuración original, y no disgregados y menos permitir la descarga de temas sueltos o fragmento de sus canciones para uso de tonos en célulares, por la razón de que el objetivo de la cláusula es "preservar la integridad artística de los álbumes", mientras el sello discografico alegaba que está solo se aplicaba a productos físicos.

El juez además dio la razón a PINK FLOYD en un contencioso por las regalías que les paga EMI. pero el veredicto se mantuvo en secreto a petición de la discografica por la razón de "confidencialidad comercial".

Finalmente la compañía de discos deberá hacerse cargo de los gastos del caso para la banda británica, estimados en unos 90.000 dolares y no podrá apelar la decisión.